Ex yacimiento de plata San Agustín de Huantajaya, ubicado aproximadamente a 10 kilómetros de Alto Hospicio, primer monumento histórico de la comuna, oficializado por el Consejo de Monumentos Nacionales, en febrero del 2021, continúa en su proceso de convertirse en el principal hito de atractivo patrimonial de la región de Tarapacá. Considerándose en primera instancia la construcción de un Museo de Sitio y la edificación de la réplica de la Iglesia, que hasta el año 1895, permaneció en el lugar, como fiel testimonio del poblado de Huantajaya.
Así lo aseguró Patricia Fuentes, encargada del Departamento de Cultura Turismo y Patrimonio de la Municipalidad de Alto Hospicio. Explicó que el sitio, el cual está protegido y cuidado por la Municipalidad de Alto Hospicio y la Brigada de Voluntarios por la Cultura, que en forma periódica acuden al lugar a realizar trabajos de mantención y limpieza.
Asimismo, dijo que profesionales integrantes del voluntariado, están realizando filmaciones al interior de los piques y socavones, para el estudio de los sitios de laboreos. También voluntarios de ingeniería metalúrgica han desarrollado investigaciones de los tipos de minerales y piedras de Huantajaya. Jornadas de estudio que también han emprendido alumnos de los colegios de la comuna que tienen la carrera de metalurgia, para implementar sus conocimientos y conocer más de la historia del patrimonio de Alto Hospicio.
Alcalde
Frente a ese escenario, resulta fundamental la labor emprendida por el alcalde Patricio Ferreira y su equipo municipal desde hace varios años para proteger y poner en valor la historia de Alto Hospicio, con la limpieza de piques y socavones, entre otras acciones, para evitar la depredación del sitio histórico. Y con ello, se releva la importancia del proyecto patrimonial de Huantajaya para trazar el futuro de la comuna. “Es fundamental conocer nuestro pasado, saber acerca de la historia que nos precede, es la única manera de abordar nuestro presente y planificar el porvenir de la ciudad”, señaló el jefe comunal.
Asimismo, reiteró que con la reconstrucción del ex yacimiento minero de plata se hace necesaria la creación de un Museo de sitio y Centro de interpretación, que estén orientados a mostrar lo que fue Huantajaya y la importancia que reviste para el desarrollo del turismo cultural y económico local y regional. “Con el patrimonio habrá crecimiento personal a través del conocimiento, crecimiento económico, sentido de pertenencia e identidad”, aseveró.
Brigadistas
Entre otras obras de cuidado y mantención realizadas en el sitio histórico por la Brigada “Cerquita del Cielo”, liderada por Patricia Briones, que trabajan en coordinación con el municipio para ir al rescate de la historia de Alto Hospicio, está la instalación de barreras y carteles en los piques para proteger la zona y así evitar que personas inescrupulosas vayan a botar basura o a realizar quemas ilegales.
La brigadista Briones, añadió que en la actualidad están retomando las romerías al cementerio del periodo republicano, actividad que la Municipalidad y la Brigada de Voluntarios tradicionalmente venían realizando el día de todos los santos. En concreto, tienen programado hacer la tradicional romería al cementerio inca colonial el próximo 30 de octubre, donde esperan poder trasladar a unas 100 personas. En ese sentido, pretenden disponer de bandas y bailes de la época con colocación de las coronas de flores de lata, en el día de los difuntos. Todas estas acciones, advirtió, se realizan y realizarán tomando todas las medidas sanitarias de autocuidado y esperando que la comuna siga avanzando en el desconfinamiento.
Huantajaya
El sitio arqueológico data del siglo XVI en el periodo Inca-Colonial, es el segundo en importancia en América del Sur, después del yacimiento de plata de Potosí de Bolivia, considerado uno de los más importantes minerales de plata del sur del Virreinato del Perú. También el poblado minero llegó a albergar cerca de 3 mil habitantes, mientras la población de Iquique alcanzaba un centenar. Trabajaron en el lugar indígenas, mulatos y mestizos, hasta chinos en la mitad del siglo XIX.
Durante la administración republicana fue una subdelegación de Iquique, con diversos servicios básicos, como correos. Existió una iglesia de madera construida en la parte más alta del pueblo, hubo una farmacia y tiendas de abarrotes.