La candidata presidencial Carolina Tohá realizó un visita a Iquique desarrollando una apretada agenda. Sin embargo, manifestó su interés de adentrase en las obras y proyectos que se encuentra desarrollando la Corporación Museo del Salitre, (CMS) -Administradora del Sitio Patrimonial-, que se prepara para conmemorar el vigésimo aniversario desde que la UNESCO declarara Patrimonio de la Humanidad a las Salitreras Humberstone y Santa Laura.
Para ello, visitó la sede administrativa de la entidad patrimonial en Iquique, donde fue recibida por su director ejecutivo Silvio Zerega. Acompañaron a la candidata, José Miguel Carvajal, Gobernador Regional; Mauricio Soria Macchiavello, Alcalde de Iquique; además los concejales, Tomás Soto de Alto Hospicio y María Teresa Oxa de Pica.
En su próxima visita a la Región, dijo Carolina Tohá, que espera recorrer en terreno ambas salitreras para adentrase en las obras realizadas, algunas de las cuales gozan de reconocimiento internacional; y que constituyen un orgullo no sólo para la comunidad pampina, sino que también para todo el norte y el país.
Tras una reunión con las autoridades presentes, donde se valoró el compromiso del gobierno a nivel central y regional, con el legado salitrero y pampino, la candidata presidencial envió un mensaje a la comunidad pampina y las distintas Agrupaciones. “Por todas las tradición que ustedes representan, a toda la historia de Chile que pasó por la pampa chilena; y no solo historia, pasó en gran parte el sustento de nuestro país, por el trabajo que hicieron los pampinos en esa época”, comentó Carolina Tohá.
Añadió que a nivel nacional y particularmente en el norte, hay una cantidad impresionante de iniciativas de rescate patrimonial y que se están creando centros culturales, museos, lo que permite recuperar historia. Sin embargo, apuntó Tohá a un eje esencial para la comunidad pampina y es que no sólo basta con tener un lugar donde se recuerde la historia. Se trata, dijo, de “tener en nuestra identidad nacional incluida la historia de los pampinos y las pampinas; de esas familias que se fueron en condiciones tan adversas, a hacer Patria, y que, por varios años de la historia de Chile, cuando éramos un país mucho más pobre y con más dificultades, (los pampinos) con muchas más dificultades, en condiciones más adversas, le dieron de comer a los chilenos y a las chilenas”.
Reforzó Carolina Tohá, que esa cultura y tradición pampina “esté en el alma de los chilenos, no solo en las familias que fueron protagonistas, sino que de ahí la conozcamos todos, la sintamos como propia”. Está bien que la cultura se preserve en determinados espacios “pero especialmente en nuestra identidad. Y que cuando pensemos en Chile, y pensemos en cómo se formó, comprendamos que uno de los pilares con que Chile se mantuvo en pie, fue el trabajo del mundo pampino”.
En su análisis señala que la cultura pampina “hizo la síntesis de elementos muy particulares de esa época, que también nos conectaron con el mundo, cuando éramos un país muy alejado, y muy incomunicado. Entonces creo que es ahí donde se logra hacer realidad esa frase, Que la Pampa Nunca Muera, porque va a seguir viviendo en las chilenas y los chilenos”.